Las primeras horas del paro cívico en el departamento de Santa Cruz fue calificada como "contundente" por el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho mientras que el presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, anunció que habrá una reunión con el movimiento cívico nacional para analizar la postergación del Censo hasta 2024.
Las rotondas y avenidas del centro de la capital cruceña amanecieron bloqueadas por grupos de personas que apoyan la medida de presión convocada por diferentes instituciones reunidas el 15 de julio donde se decidió exigir al Gobierno retroceder en la decisión de reprogramar el proceso censal.
Camacho consideró que el paro cívico debe ser un "mensaje claro" al Gobierno para que evalúe su decisión para que el Censo -previsto inicialmente para el 16 de noviembre- no se atrase hasta más allá del primer semestre de 2023.
"Ha sido un paro en forma pacífica, el pueblo ha acatado la medida de forma consciente, cívica contundente y somos orgullosos porque siempre esta tierra es y va a ser espíritu guerrero que tiene Bolivia y sobre todo para todos los bolivianos", afirmó durante un recorrido por los puntos de bloqueo.
El cívico cruceño Rómulo Calvo realizó similar visita y sostuvo que los comités cívicos de todo el país "están queriendo asumir medidas" para que el Gobierno retroceda en su decisión de postergar el Censo hasta 2024.
"Hay una reunión nacional para esta semana, estamos tratando de fijar el día, justamente, pero si ya hay una conciencia de todos los comités cívicos a nivel nacional de que es una necesidad de que va a beneficiar a toda la población", añadió.
Desde el Gobierno, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, aseguró que la población en el departamento de Santa Cruz le ha "restado importancia" al paro convocado y que, en su lugar, salió a cumplir con sus actividades normalmente.
Calvo cuestionó que en varios puntos de bloqueo la Policía busque despejar las vías y "proteges a las hordas azules mandadas por el Gobierno" a quienes acusó de generar violencia en la población.
La oriental Santa Cruz, la mayor región de Bolivia, acato este lunes una huelga ciudadana en rechazo a la postergación por dos años del censo de población y vivienda que debía realizarse en noviembre, mientras que el Gobierno nacional minimizó la medida de presión y hubo 14 personas arrestadas.
El Comité Pro Santa Cruz, una entidad cívica de esa región, inició la jornada de paro a los pies del Cristo Redentor, una imagen emblemática cruceña, exigiendo un "censo justo" y que se defina una nueva fecha para que el censo se realice en 2023 y no en 2024.
La ciudad amaneció con varios puntos de bloqueo en calles y avenidas, en algunos casos con pancartas pidiendo el censo y en otros se cerró el paso con banderas, neumáticos y piedras, entre otros.
En tanto las personas se movilizaban en motos o bicicletas para pasar los puntos de bloqueo en esta región que es el motor económico del país.
"Somos ciudadanos que creemos en la libertad, en la democracia, pero sobre todo en el respeto a la ley (...) basta del irrespeto, basta de engañar a este pueblo trabajador", comentó a Efe Martha Gutiérrez, una ciudadana que acató el paro.
El sindicato de transportistas de Santa Cruz decidió replegar sus unidades y algunos trabajaron dentro de un mismo barrio, mientras que algunos mercados operaron de forma parcial.
También se registraron amagues de enfrentamientos en el barrio Plan 3.000, uno de los bastiones del oficialismo en Santa Cruz, entre las personas que acataron la huelga y los que querían desbloquear, muchos de ellos afines al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), según medios locales.
El presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, realizó una caravana para visitar los puntos de bloqueo y sostuvo que el pueblo cruceño "está dando el ejemplo" al acatar esta medida de presión.
Asimismo, el gobernador de Santa Cruz, el opositor Luis Fernando Camacho, agradeció en una conferencia de prensa al pueblo cruceño por acatar la huelga de forma "pacífica" y "valiente".