A pocos días del balotaje que definirá al próximo presidente de Bolivia, los candidatos Jorge “Tuto” Quiroga y Rodrigo Paz han demostrado ser representantes de la vieja clase política, arrastrando vicios que el país creía superados.

La ciudadanía observa con indignación cómo ambos postulantes carecen de planes serios, de mediano y largo plazo, para enfrentar la grave crisis económica y energética que golpea a las familias bolivianas.

En lugar de ofrecer soluciones reales, estos candidatos se han volcado a campañas millonarias que despiertan más dudas que certezas: ¿de dónde provienen tantos dólares?. Mientras se autoproclaman cercanos al pueblo, circulan en autos de lujo, realizan viajes en aviones privados y despliegan una maquinaria de dádivas destinada a comprar conciencias y manipular la esperanza de los más pobres.

El pueblo boliviano no olvida que ambos forman parte de la clase política dinosauria que ya gobernó y no supo resolver los problemas estructurales del país.

Hoy, disfrazados de alternativas, repiten las mismas prácticas de charlatanería y promesas vacías que solo buscan perpetuar privilegios personales y partidarios.

Bolivia merece líderes con visión, compromiso y honestidad, no mitómanos ni mercaderes de la política. El futuro de la nación no puede hipotecarse nuevamente en manos de quienes ya demostraron su incapacidad y su desprecio por la verdadera transformación. (FAUSTO COLPARI - EXPERTO EN COMUNICACION POLITICA)