Viernes, 29 Marzo 2024
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En Bolivia Jeanine Áñez volvió a pedir su libertad. “Han pisoteado la Constitución y las leyes”, dice la ex mandataria

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La expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez reiteró que “nunca existió” un golpe de Estado en el país andino y volvió a pedir a las autoridades “que han pisoteado la Constitución y las leyes” su “inmediata libertad”.

Las palabras de Áñez llegan después de que la Iglesia Católica boliviana publicara un documento sobre lo ocurrido durante la crisis política de 2019, derivada de las elecciones de octubre. En el documento, de 25 páginas, la Conferencia Episcopal de Bolivia da su versión de los hechos y explica su papel en la toma de poder de Áñez, en aquel momento segunda vicepresidenta del Senado.

Según su posición, “se hallaba jurídicamente habilitada” para asumir la presidencia de esa Cámara y después la de Bolivia.

“Finalmente hemos escuchado la palabra de la Iglesia”, se congratula Áñez en una carta publicada a través de su cuenta de Twitter, en la que explica el proceso de negociación que las autoridades bolivianas desarrollaron entre el 7 de noviembre y el 10 del mismo mes, fecha en la que dimitieron el expresidente Evo Morales y varias autoridades más.

Tras varios días de movilizaciones a favor y en contra del exmandatario, “el régimen totalitario de Evo Morales, en estas circunstancias, pidió a la Iglesia Católica y a las embajadas de España y la Unión Europea convocar a una mesa de diálogo para garantizar la paz y tranquilidad de Bolivia”, interpreta la exmandataria.

Así, se llevaron a cabo “una serie de contactos con diferentes políticos del país para constituir una mesa de diálogo y entendimiento nacional, a pesar de que el gobierno que controlaba los movimientos sociales los instaba a seguir provocando violencia y temor entre los bolivianos”, apunta.

El 10 de noviembre, además de Morales, dimitieron el vicepresidente, Álvaro García Linera; la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra; el primer vicepresidente de la Cámara Alta, Rubén Medinaceli; y el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, lo que dejaba a Áñez como la única autoridad que no abandonó su cargo.

“El país comenzó a vivir el espantoso clima del vacío de poder, que colocó a nuestra patria al borde de una guerra interna”, justifica la exmandataria y remarca: “Se desató un desenfreno de la violencia promovida por el MAS, frente a pacíficas movilizaciones de ciudadanos que exigían democracia.

La exmandataria está en prisión preventiva desde hace 90 días, acusada de sedición, terrorismo y conspiración por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019.

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Implementado por Marcelo Colpari – BOLIVIA PRENSA