En medio de los coletazos por la asonada militar de la semana pasada en Bolivia, prosiguen las disputas entre el Presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales, así como el quiebre en el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS). Se estima que esto es producto de rencillas y diferencias que venía desde antes tanto el interior del MAS como entre Arce y Morales.
Evo Morales afirmó estar “convencido” que se trató de un autogolpe propiciado por el Gobierno del Presidente Arce. “Lucho nos engañó, nos mintió, mintió a los bolivianos y al mundo entero.
Será golpe o autogolpe, se debate, (pero) estoy más convencido que es un autogolpe para levantar su imagen o dejar la Presidencia a (una) Junta Militar”, afirmó el exgobernante en una asamblea de la Federación de Zonas Tradicionales de cultivo de coca.
La intención fue, dijo Evo, “tapar la mala gestión” del Gobierno y la “falta” de dólares y de combustibles. Un día antes había afirmado que él era el blanco del golpe de Estado. El dirigente dio así crédito a las afirmaciones que hizo el general Juan José Zúñiga, exjefe del ejército y protagonista de la asonada, según quien el alzamiento fue acordado con el Presidente Arce para que el Gobierno recuperara popularidad, versión que el actual mandatario, así como ministras y ministros, desmintió tajantemente a horas del episodio armado.
Días atrás en una conferencia de prensa, Evo Morales manifestó: “Qué clase de golpe será pues; empieza el golpe, ministros felices paseando en la plaza Murillo, tocando tanquetas; un golpe de Estado con cero heridos, cero disparos, cero muertos”.
Este domingo, el Presidente Luis Arce le replicó en redes sociales al exmandatario: “Evo Morales, ¡no te equivoques una vez más! Claramente lo que ocurrió el 26 de junio fue un golpe militar fallido en Bolivia”, escribió el mandatario boliviano en sus redes sociales.
Y jefe de Estado le enrostró: “¡No te pongas del lado del fascismo que niega lo ocurrido! Los responsables que buscaron tomar el poder por las armas están siendo procesados y serán juzgados, como fue el caso de los golpistas de 2019”.
En tanto, el ministro del Interior, declaró que “Evo Morales se ha convertido en un mitómano compulsivo y cree que el país gira alrededor de él, no tiene ni siquiera la dignidad de preocuparse de lo que realmente pudo haber ocurrido dentro del territorio nacional”.
En una entrevista a fines de la semana pasada, Arce había dicho que “a esta altura hay que aclarar que el Gobierno nacional, mi persona, jamás ha atacado al ex presidente Evo Morales, ahí están mis tuits, mis manifestaciones públicas. Nosotros hemos recibido el ataque de él”.
En este panorama, Álvaro García Linera, intelectual de la izquierda boliviana, ligado al MAS y que fuera vicepresidente de Evo Morales, declaró en entrevista con La Jornada de México que “dentro del bloque nacional popular hay una pérdida del horizonte estratégico, de los adversarios reales a enfrentar y un enfrascamiento en pugnas personalizadas y muy mezquinas”. Enfatizó que “ambos líderes, el estatal y el social, ambos son responsables del deterioro”.
El académico estableció que “esto hay que ubicarlo en un contexto histórico: el fin del momento hegemónico del proceso de cambios progresistas, y el inicio de una fase administrativa y fragmentada”. Un tema que cruza al proyecto del MAS, la izquierda y el progresismo en Bolivia.
En tono crítico, García Linera afirmó que el de Luis Arce “es un Gobierno malo y cada vez con mayores dificultades para llegar más o menos en pie a 2025, hay muchos síntomas de deterioro.
Pero a diferencia de Evo, no creo que lo que le va mal a Lucho, le favorece a él, esa es una lectura muy instrumental y electoral y no política. Lo que le va mal a Luis nos va mal a todos, al país y al evismo”.