Cochabamba, 29 de septiembre de 2025 – A escasos días del balotaje presidencial, Bolivia atraviesa una de las crisis económicas más delicadas de los últimos años, marcada por la escasez de divisas, la presión sobre el sistema de subsidios a los combustibles y un clima de incertidumbre que afecta directamente al bolsillo de la población.
El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, se refirió con preocupación a la situación nacional y advirtió sobre la urgencia de que el próximo gobierno implemente políticas claras y efectivas para reactivar la economía.
“Cada semana se gastan 60 millones de dólares solamente en gasolina. Queremos saber a cuánto se comercializará la gasolina y el diésel. El país necesita urgentemente dólares y queremos saber cuál será la solución”, declaró Reyes Villa.
El burgomaestre remarcó que Bolivia no puede seguir dependiendo de ajustes o recortes que asfixian a la población. En su criterio, lo que se necesita es inyectar recursos a la economía, atraer inversión y generar condiciones que permitan al país salir del estancamiento productivo.
La situación de los combustibles se ha convertido en un termómetro de la crisis. Las largas filas en estaciones de servicio, la falta de certidumbre sobre el precio real de la gasolina y el diésel, así como el millonario gasto en importaciones subvencionadas, reflejan la fragilidad del modelo económico vigente.
En medio de este panorama, el balotaje presidencial se perfila como un proceso decisivo: el futuro gobierno deberá enfrentar con urgencia la falta de dólares, la inflación y el riesgo de paralización de sectores estratégicos, al tiempo de recuperar la confianza ciudadana.
“Lo que más preocupa a los bolivianos es la economía, no la pelea política. Los nuevos gobernantes tienen que enfocarse en salvar al país y no en discursos vacíos”, insistió Reyes Villa.
La población, mientras tanto, espera respuestas concretas y medidas inmediatas que frenen la crisis y garanticen estabilidad en uno de los momentos más críticos de la última década.